Nota aclaratoria: Para efectos del presente poema, "Mama Rosa" se refiere a mi abuela Rosa, que falleció dignamente un primero de enero, conmemoro su recuerdo en el cumpleaños de mi madre Rosa Pérez, quien vive en mi entrañable pueblo donde crecí...
Las proezas están allí,
como semillas que germinaron,
a veces pienso que...
tal vez el suelo sembrado,
no fuese el más adecuado.
El valor, la virtud, la constancia,
la lucha por los demás,
el buen hacer, el buen vivir,
el difícil renunciar.
Al final la vida es renuncia,
y veces no aprendemos la lección.
pero siempre llega, la pérdida,
nos enseña a aceptarla.
Hasta la renuncia final.
Los luchadores con suerte,
no mueren luchando,
terminan queridos, en silencio,
con suerte olvidados,
en la soledad de la introspección.
Se dan cuenta,
que renunciar es el camino,
que nada ni nadie es indispensable,
la vida sigue sin y a pesar de nosotros.
En la explicación, el péndulo histórico,
el cambio, pántarel de Heráclito.
que es en realidad termodinámica,
física, pura,
la naturaleza de las cosas,
magnetismo, polos opuestos.
Y entendiendo, la paz,
se aparece en la renuncia.
callada, lejana, a veces mitificada,
y con suerte olvidada, en una realidad,
que crean otros, no tan cambiante,
como ellos creen, cambian las caras.
Según el ciclo cultural, virtud- miseria,
en el actual, crecen las miserias, se premian,
y las virtudes merman, se castigan,
corren malos tiempos para los justos.
¿Eligieron ellos mal la semilla,
o tal vez sea la tierra. ?
Nada de eso importa,
las epopeyas reales,
mueren en el silencio del olvido.
Y las semillas sembradas, crecen en silencio.
y aunque el suelo sea yermo,
tardan un poco más, pero dan sus frutos.
Los no entendidos vemos líneas tristes,
es la melancolía de la verdad,
pretendiendo revelar,
el camino hacia la paz.
Entendiendo algunas cosas.
entendiendo la sabiduría profunda
pacífica, silenciosa, pura, palpitante
de vida y germinando querida
sembrada en el alma
por mi "Mama Rosa"