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| Imagen tomada de Miquel Solis, Pintor.. www.miquelsolis.es |
Tu cuerpo, mi continente.
De norte a sur curioso recorro,
de un lado a otro sin cansancio,
viajero frecuente, aunque aún asombran tus paisajes
ir desde tus cabellos, catarata de Iguazú
hasta tu ombligo, la Gran Sabana llena de magias.
Flotar en tus aguas asombrosas
de ríos mansos o mares agitados
travesía indispensable, seguir viajando.
Tus pechos mis volcanes o Los Andes por los que paso rasante,
tu espalda mis dunas, un desierto extenso, amplísimo
donde contemplar nostalgias y puestas de sol con añoranzas.
Tus hombros La Gran Muralla, que protege, que resguarda
que da confianza, desde ahí salto con valentía por tus cordilleras y explanadas
me refugio en tus muslos que pueden ser mis archipiélagos caribeños
o mis valles de cafetales.
Tu boca mi Taj Mahal, un templo a visitar cada instante,
guardar silencio y entrar arrepentido, arrodillado
tu aliento mis huracanes, vientos agitados en temporada
o el oxígeno a respirar, tras la fatiga de tanto viaje.
Tus relieves mis laderas y ensenadas, cultivados de frutos, trigos o parras
tus brazos, vías expresas, cruzadas para soñar e ir a tus pampas,
seguir hasta tu Tierra de Fuego o tu estrecho de Magallanes.
Tu frente mi Amazonía, fuente de remedios mágicos para curan mis males,
lugar donde guardas mis primeros dibujos y trazos más básicos.
Tus pies mis fortalezas, puertos donde fondean mis nuevas naves
y tu vientre, Machu Picchu, la capital del continente, de mi patria,
mi ciudadanía, ¡tú! el único arraigo que conservo intacto…
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