domingo, 20 de febrero de 2022

La Cigueña

 "Mami, mami, ¿Qué nos trajiste? 

Y tú ...¿Qué me guardaste?", sonriendo, se dejaba abrazar. 

Siempre, siempre, presente. 

Dolor de madre,  "Parir es un ratico, la crianza  que viene después es lo que cuenta"

Dedicada a sus pacientes, a su familia, a su querido San Felipe, a su país. 

Luchadora Incansable, frente a cualquier injusticia. 

Defensora de la mujer como pilar de la sociedad. 

Humanista, feminista, valiente, virtuosa de la vida. 

Exigente...

"Mamá, mamá, mira ¡ Saqué casi todos 20, sólo un 19!

¿Y por qué no fueron todos 20 ? Respondía  con una una sonrisa de orgullo,  y se reía. 

Tenia que serlo. Se exigía mucho a sí misma. 

Sus orígenes por todos conocidos,  humildes,  ¡Era una PEREZ! 

Forjada en el horno de valores de la abuela Rosa. Esfuerzo, constancia, honestidad, justicia.

Sobre todo intolerante con la injusticia,  pero no se quejaba, ¡HACIA ALGO!

Reparaba  cualquier injusticia que se encontraba, o ponía su incansable fortaleza en repararla. 

" Francisco, ¡ Quiero estudiar Medicina! "

En una Venezuela de dictadura, donde ella misma  era perseguida, por enfrentarse al régimen. Y además era muy    improbable que una mujer  entrase,  en ése hasta entonces, selecto mundo de hombres... 

- " Eso es más difícil  que matar un burro a pellizcos, ¡Estudia otra cosa!... " fue la respuesta realista y práctica de su hermano mayor. 

- "¡ Pues YO,  voy a matar a ése burro! "  y...   !VAYA SI LO MATÓ! 

- Soberbia le dijeron una vez,  en la Venezuela de medallas, a algunos que tal vez no las merecían,  Una vez le ofrecieron una condecoración. Y la  rechazó,  " ¿Me van meter a mí, en el mismo de saco que fulano y perencejo ?  (Decía los nombres con pelos y señales)... Yo no necesito que el gobierno me diga qué clase de ciudadano soy... yo sé que soy una ciudadana de primera clase..."   Y LO ERA. 

-  Una vez en aquella Venezuela  de la democracia,  Vino un dirigente nacional de Acción Democrática a San Felipe. Rosita,  por defender una causa justa,  se  encontraba en ése momento,   en enfrentamiento con el secretario general local  de ese  partido. Y no la invitaron  a ningún acto.  El Ilustre visitante, no se cansó de preguntar por ella en todos los actos. 

Pues el visitante,  incluyó en su apretada agenda, al final del día,  una visita a la casa de Rosita.  Ya la conocía de viejas luchas... Por supuesto  la situación no agradó a alguno, pero igualmente el Secretario local  del partido, con quién en ése momento no estaba de buenas,    acompañó al visitante a su casa, donde fue bienvenido. 

Y en un momento  se caldearon los ánimos, y sin mucha educación,  el secretario local   acusó a mi mamá, de no seguir los lineamientos del partido, de "no ser una adeca de verdad".

A lo que respondió: "¿Sabes cómo es la cosa? Yo era "ADECA",  cuando uno se jugaba la vida siéndolo, no ahora que cualquiera lo es".

O cuando algún oponente, en ése mundo de hombres, y de injusticias,  nunca faltaba alguno, que al acabársele los argumentos lógicos en una discusión la  criticaba por su estatura, respondía, 

"La estatura de una persona se mide de las cejas para arriba"

Divertida, tenia siempre una salida ingeniosa y mordaz, En el quirófano, era una virtuosa.  Las instrumentistas la querían y la temían, cirujano de vieja escuela, le exigía a su equipo, no menos de lo que ella se exigía a sí misma, que no era poco.  Siempre estaba por allí para el caso de necesidad, no había quien no pudiera contar con ella. 

Frases como "Aquí está la orejita de la desproporción" aforismos como "Bolsa rota y cesárea Anterior", o "Con la punta de la tijera para arriba" o "Maniobra mensuradora de Pinard" y muchas otras que me la recuerdan cada día, ya forman parte del arsenal mnemotécnico de compañeros de trabajo aquí en España. 

Podría escribirse un libro con sus anécdotas, y puede que en algún momento se  haga. 

Ahora sólo quiero honrar su presencia, que nunca será sólo un recuerdo,  sus enseñanzas nos moldearon,  después de años de vida, profesional y personalmente, a todos los que la sentimos cerca. 

Lo único que me critico de los caminos que he tomado, es no haber aprendido a ser más intolerante con las injusticias. Los golpes de la vida,  la emigración, me han enseñado a serlo. Tal vez si no hubiera tardado tanto en aprender, hubiera librado menos batallas, que al final  no condujeron a nada y me hubiera permitido estar más  cerca de ella  y compartir con mis hermanos, con el núcleo de los PEREZ, con mi San Felipe y mi país, secuestrado,  estos momentos aciagos. 

Crítica frente a las injusticias, a veces recriminaba al destino cuando, en la conciencia de la persona , pensaba que recibía un castigo de la providencia,  la recriminaba,  diciendo "!Está bien que la providencia castigue ... pero que no se ensañe! " tomando siempre partido por el más débil. 

Aceptó mi partida, sólo después de visitarme aquí,  con los años, siempre me apoyó, aún en los momentos más difíciles de mi emigración, con todo y que no estaba de acuerdo y quería que volviera, siempre, me respaldó y en un momento crítico dado, fue la única,  aparte de mi núcleo familiar más próximo,  que lo hizo. Y a veces,  en contra de lo que ella misma hubiera deseado,  pero así era desprendida,  si ayudaba, no se lo pensaba. Hasta el límite de sus capacidad, siempre desprendida.  

Estuvo por  aquí, pero no se adaptó, el frio, la necesidad de su tierra,  la llamaba  constantemente,  su edad. su dificultad para desplazarse. Siempre preocupada por los demás.   La enfermedad de Javier, la hizo regresar de forma tempestiva,  donde providencialmente, era ella quien podía llevarle el tratamiento,  los cambios  de ambiente aquí en España, tendían a desorientarla en su último viaje.  Y en esos momentos  el pensamiento firme que recordaba, era que tenia un hijo enfermo y que le tenia que llevarle  las medicinas. 

Planteamos otra solución en su momento,  al sentirla mayor y débil,  me ofrecí a llevarle yo las medicinas, pero no lo aceptó, me increpó si era que la tenía tener presa, que no lo podía permitir.  Que quería irse a su casa...a estar con su hijo que la necesitaba.  Amor de madre. 

Así regresó a su San Felipe a lidiar, la más cruel de las batallas, la de su memoria,   como mi abuela Rosa, se fue apagando su luz,  hasta que físicamente no pudo  seguir luchando. Siempre luchando, así vivió y así se nos fue. Dando el todo por el todo. 

El parto es. "AMAR HASTA EL DOLOR Y CUANDO YA NO SE AGUANTE MÁS, ¡SEGUIR AMANDO!"

No te vas,  sigues  aquí dentro de nosotros. 




Recomendado

Haiku...Paz

Aceptar todo fluir con la  esencia ... encontrar la paz. Imagen tomada de pinterest