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Caigo en tu cárcel
me libero.
Luego libre,
te deseo.
Péndulo errante
de aciertos y errores,
que se pagan con creces,
en todos los amores.
Lo básico del amar
sería no pensar.
dejarse arrear,
como toma el vado
el animal,
que nuestra carga lleva.
Nuestro cuerpo,
vehículo de algo más alto.
El alma.
Que para todos, es una sola,
así que calma.
Emotividad racional,
para bien y para mal,
deja esos ímpetus,
del instinto.
¿dónde apunta la razón
en tiempos donde gobierna la pasión?
son opuestos es verdad.
que problema en realidad,
No saber qué está bien y qué esta mal.
Si lo renuncia es lo adecuado
¿Por qué éste vacío malhadado?
El amor no se mendiga,
mas bien se prodiga.
Allí está la respuesta,
no es renunciar a amar,
si no a desear.
¿Se puede amar sin desear?
¡Sí, y es una libertad!
de esta forma descubrí
que no existe tal prisión,
si no una mala decisión.
el ser humano tiene que escoger. En esto reside su fuerza: en el poder de sus decisiones, y aprender a vivir con ellas buenas o malas.
ResponderEliminarSí, hay que decidir, no decidir es una decisión y siempre es la peor de las decisiones, si yerras aprendes y si aciertas, obtendrás lo que buscas, o sea que no hay forma de perder. !
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