sigues ahí tranquilo de momento,
domado, callado.
Me enseñas cuidados.
Conviviré contigo,
me salvarás, redimensionarás mis males.
estarás por allí para indicarme excesos.
y me enseñaste humildad.
¿Puedo estar mas agradecido?
mi lucha es interna, sigues alli,
alejándome de mis vicios
y acercándome a mis virtudes.
Eso haces atacándome por la espalda,
diciéndome ya está con puñal hiriente,
y tus colmillos clavados en la zona lumbar
-La raíz de L5-S1-
produciéndome un sangrado intenso en el alma.
Conviviré contigo y me harás
más fuerte, y juntos,
haremos éste mundo mejor.
al final seremos compañeros de viaje.
Puede que te acabe extrañando
cuando te vayas del todo.
pero quedará el recuerdo,
de la pena causada y de la limitación sufrida.
Que me mantendrá en el camino,
sin fin, de la realidad, cíclica,
y renovada entrópica,
que busca su equilibrio armónico.
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