lentamente y yo en el fondo
Amanece en Sada - A Coruña (Photo credit: Wikipedia) |
manteniéndolas separadas,
a veces más, a veces menos.
Con una sonrisa
que ha de ser de locura
y una esperanza insana,
y la certeza de que vendrá un mañana.
Y nunca se sabe
lo que trae un nuevo amanecer.
Amanece y sigo allí
y los demás hacen chistes.
Pero mi alma no está allí
vuela entre poemas que crea,
entre atardeceres limpios de otoño
y amaneceres llenos de primavera.
Y a veces las paredes se cierran
y el enemigo me ataca desde dentro,
y genera un dolor traicionero.
Que no me hace perder esas certezas.
"Siempre amanece...
y nunca se sabe lo que traerá un nuevo día"
Tal vez una alas de ángel
que me permitan salir de éste encierro.
O tal vez un cambio esperado,
puede que sean ilusiones vanas
de un pobre preso encerrado
pero con un espíritu indomable, con ganas.
Y a ése espíritu no lo doman
ni paredes ni cadenas, ni vanidad humanas,
Lo doma un amor que duele,
la ignorancia de los demás, el silencio.
La falta de solidaridad.
Hasta que surge una epifania
en una sonrisa, no esperada,
en un abrazo, de una pareja agotada,
en una esperanza, en certezas aisladas.
En un despertar sin quejas,
en un mundo nuevo con paredes que se alejan
y que dejan crecer la esperanza
en que amanece y trae algo nuevo.
Lo importante es mantenerse vivo
hasta que ese día de cambio llegue
y si no llega habremos vivido mejor
y la muerte sería mas bien una liberación.
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