Va mostrando sus hazañas,
huellas en blanco y negro.
Se desgarra la piel y luce sombras,
suelta su luz a medio tono
y la voz de su seno suena eterna,
está ahí! Es la dueña.
Como cada noche, como cada instante,
cuatro lunas sin girar y dando vueltas
apartándose poco a poco de nosotros,
escapando silenciosa para que no la noten
alocando los mares y los vientos.
Pero hoy, hoy estuvo quieta,
Hoy estuvo inmensa!
Calabozo 22 de julio en Luna llena
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