Así de repente recordé que soy sabana
estero, atardecer, morichal y llano.
Soy contemplar del vuelo de garzas
y de repente recordé que soy animal
que pasta solitario,
libre, desprendido, suelto,
orejano ó cachilapo.
Un lucero en cielo estrellado,
y ¡de repente! Un sueño y un espanto.
Y de repente un llanto,
una tonada ó un canto.
Un espíritu desprendido,
agradecido ó comprometido
de asumir en un recuerdo mi propia nada.
Y de repente una mirada que contempla tu sabana.
Librería Técnica Vega, Ccs, 14 de febrero de 2011.
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