esto es, la decisión de seguir intentando,
la lucha constante y callada,
en éste mundo frustante,
pasa desapercibida,
Imagen tomada de Pinterest |
en la mediocridad
reinante.
En realidad, nuestras conductas,
al final son siempre narcisistas,
descubrimos que nos hacen sentir bien,
y por simple conductismo se refuerzan.
Por eso es adictivo hacer el bien,
nos hace sentir mejor
y perdura por la selección natural,
la evolución refuerza la bondad,
pues da ventajas de supervivencia.
Pero...¿qué está bien y que está mal?
depende de enfoques en lo personal,
en lo colectivo, en lo social.
Prevenir, curar,
¿Realmente se puede lograr?.
¿Seguimos un camino trazado?
o ¿nos trazamos el camino?...
¿Qué creemos? ¿Qué razonamos?...
Los razonamientos se transforman en creencias,
estamos diseñados para creer.
Por ello es más fácil errar que reconocer
el desacierto.
Mente abierta, prédica en el desierto.
Lo cierto es que nada sabemos.
Y el camino es interior y en silencio...