¿El presente? Es un latido cardíaco, a veces calmo, a veces agitado.
¿El pasado? Es solo CO2, un aire raro, a veces cálido a veces frío, a veces nada.
¿Un segundo? El instante inexorable que separa el continuum inspiración/expiración, que siempre alcanza, para otro segundo, el tiempo exacto para dejar o tomar otro aire.
¿Tiempo y vejez? Son solo cambios, adaptación, mudar de opinión sin percatarse.
¿Lagrimas? Una constante entra la primera luz y la última llama.
¿Risas? Una estrofa o parte de alguna canción inspirada.
¿Afirmación? Que no hay un día a día sino una vida a vida, un ruego por originalidad e individualidad, que grita sé autentico y no calla.
¿Dualidad? Intervalos de odio y amor, de celos, de rabia, de placer y dolor, parte de aquel camino andado o andando.
¿Aprendizaje? Saber exactamente las circunstancias del porque erramos, aprendizaje es propósito y voluntad, algo de coraje, un siempre puedo, un levantarse. Es decir aguanta y continuar, es aventarse.
¿Reflexión? Que el tiempo no vuelve…pero surgen y brotan nuevos tiempos, nuevos vuelos, nuevas alas, a cada instante.
¿Y la felicidad? Sin duda algo doloroso, casi inalcanzable, un instante, algo momentáneo…pero recuerda que vivir es mejor que ser feliz, y es más fácil.
¿Y un consejo? Varios: “conviértete en ti mismo”, “se mejor del que eres y no mejor de lo que eres” y finalmente recuerda “que se debe vivir a pesar de…las circunstancias”
POA, 28 de abril de 2016.
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| Imagen tomada de Pinterest |
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