pero sigues ahi
en mi alma,
como una aparición fantasma.
sin contacto, con tus miedos
con respeto y calma.
Altanera, orgullosa y frágil.
Inconsciente, rebelde,
alto sentido de la justicia.
admiración, pura, no deseada.
Perdido en mis sueños imposibles,
viendo la red de las trampas,
que presta con voluntad
te avienes a pisar.
Mi alerta, impreganada de rechazo,
no basta, soberbia, que mal haces andar,
ultimamente, no importa la lógica,
sólo la imposición.
Mundo primitivo,
al que me niego a entrar.
Ni siquiera sabes donde está el error.
Soberbia, no te dejas ayudar,
inteligencia, lo encontrarás.
Entonces todo sentido tendrá.
Y tu alma -la mia-
encontrará la paz.
deseo frustrado -mio- de ayudar,
pero -te- hace falta humildad.
Ya la vida nos la enseñará.
pero algo a cambio se ha de dar,
mi silencio, y esta angustia
que me quita el aliento.
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