¿Quién dice la verdad?
No es fácil discernirlo.
¡Se tiene que dudar!
Palabras, sin sentido,
nos obligan a creer
mentiras desgarradas,
que afectan nuestro ser.
Crecen como parásitos,
memes con vida propia,
donde los dejen evolucionar.
la verdad cambia e inquieta más.
Firmeza, constancia, mente abierta,
difíciles de encontrar,
estamos programados para creer.
Imagen tomada de Pinterest |
No es malo creer. Pero además se ha de dudar.
La duda mantiene la mente abierta.
Nos obliga a pensar, nos llena de humildad.
Nos lleva a aceptarnos a nosotros y a los demás.
Es el camino hacia la paz.
Es tan fácil ser soberbio,
es tan fácil juzgar, valorar.
Poner un precio, etiquetar.
Cuando en la verdad,
no existen absolutos,
no hay certezas, sólo hipótesis.
y las necesitamos para actuar.
Un suelo firme que no tiemble.
Un color claro que no nos engañe.
Una armadura brillante que nos proteja.
La felicidad constante, y su búsqueda.
Cuando entendemos que la felicidad
está en el camino hacia ella.
En la ilusión de lograrla,
pero sin desearla, sólo buscarla.
Buscar sin buscar,
buscar sin desear,
en éso consiste la felicidad.
sabias palabras de un maestro Zen.
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