Ciudad que se deja escuchar, lenguaje franco
Deslumbra, impacta, me expongo y me resguardo
Sus ruidos van variando, tonos imaginarios
Pájaros matinales, cornetas, tráfico, obreros, movimiento constante
Hay lágrimas en las favelas, risas en la arboleda,
Hay contraste,
Entre tus amasijos mis hilos
Dolor entre la gente, que padece, pero cantan
Voluntad y bondad, esfuerzos de vida diarios
Amantes apasionados, ocultos entre sudores y carnes
Un hombre roba y otro mata por hambre
La ciudad da la espalda, despide a un hombre bueno
Mientras recibe uno nuevo en la sorpresa del llanto
El testigo no interviene, no actúa, no delata, no habla
Ella retornará a la calma, vibrando, agitada, apagando…
Conducida por su ocaso naranja y su luna amplia
Volverá, y ellos se amaran, y el matará, y ella observará
El clima cambia lento y nosotros estamos pasando.
POA 15 de mayo de 2014.
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