Tristeza de país robado
Ilusiones maltratadas, que se niegan a morir
Saqueo constante de quien impunemente puede,
Mentiras que viven por comodidad, por pereza mental
Irrealidad campante, que crece y se apodera de la verdad.
Por que pareciera que la verdad es lo que creemos creer.
Y nos prestamos a mantener una ilusión vana.
Se ha de detener, la mentira es la guerra moderna.
Se sirve de las emociones, mas asequibles que nunca.
La verdad se pierde entre relatos,
Que nos creemos por defecto en nuestro diseño.
Mentiras que campean incontrastadas,
Gracias a nuestra propia comodidad.
Dejar pasar, dejar fluir, hay que creer en la posibilidad de la verdad.
Al final el orden natural se impondrá.